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es apto para principiantes
Confiable para montar en senderos
es fácil de transportar
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es versátil
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Experiencia en competición
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guiado por un cabestro
noble al herrero
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está desbravado
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El salto es una de las actividades ecuestres más populares del mundo. De hecho, se encuentra al mismo nivel del enganche, la doma y la conducción combinada. Sin embargo, no todas las razas de caballos cuentan con la biomecánica y las destrezas para poder brillar en este ámbito. Factores, como la altura, fuerza y agilidad son determinantes para la compra de un buen ejemplar.
La mayoría de los equinos que se emplean en competiciones y espectáculos de salto son animales de sangre caliente con un elevado nivel atlético. Por lo general, un caballo de salto es alto, estilizado y sumamente ágil. En cuanto al temperamento, se caracteriza por su nobleza, inteligencia y docilidad. Dentro de los ejemplares más codiciados destacan el Hannoveriano, el Oldenburgo y el KWPN; aunque hay muchos otros que han demostrado su valor, como el Arasier.
El primer registro del caballo de salto se remonta al siglo XIX, Inglaterra; Italia, Francia y Alemania fueron algunos de los países que se dedicaron a su cría y venta. Las razas de salto para la compra pertenecían a un grupo de élite, ya que se reservaban para la realización de actividades netamente burguesas, como la caza de zorro con obstáculos.
Estos primeros caballos eran de origen europeo y, en su mayoría, de sangre caliente; y solían utilizarse como caballos de silla, arrastre, conducción y enganche. Con la finalidad de refinar sus características y habilidades deportivas, se establecieron métodos de cría selectivos que aprovecharon al máximo la genética del Pura Sangre hasta convertir al caballo de salto en el animal que es en la actualidad.
A pesar de que todos los caballos pueden saltar, algunas razas se posicionan como las favoritas para la compra, ya que están conformadas por animales listos, musculosos y atléticos capaces de resistir el duro entrenamiento. Por su velocidad y precisión, los caballos de sangre caliente suelen liderar la lista de los mejores saltadores. Dentro de este grupo se encuentran el KWPN, el Hannoveriano, el Holstein y el Oldenburgo.
Los Appaloosa y Cuarto de Milla también han ganado fama como caballos saltadores. Incluso los Pura Sangre, conocidos en el mundo de las carreras, son fantásticos para el salto de obstáculos o a campo traviesa. Tanto es así que un ejemplar Pura Sangre llamado Huaso mantiene el récord mundial con el salto más alto de la historia: 2,47 m.
Uno de los factores que más resalta en la compra o venta de un caballo de salto es su altura. Es recomendable que la alzada del animal se sitúe entre los 160 cm y los 178 cm. No obstante, hay algunas excepciones. Si bien razas como la Arasier y Haflinger podrían considerarse demasiado pequeñas para triunfar (rara vez sobrepasan los 160 cm) cuentan con excelentes saltadores. Esto se debe a que la estructura del caballo también es determinante.
El caballo de salto suele tener patas articuladas y rectas con cuartos traseros fuertes y resistentes. Esto, en combinación con su agilidad y cascos bien formados, es lo que le permite hacer giros difíciles con éxito, así como alcanzar la velocidad adecuada para impulsarse. Gracias a su herencia de sangre caliente, los ejemplares en venta demuestran un potente atractivo. Con un peso promedio de 500-550 kg, lucen una estampa estilizada, elegante y equilibrada con una cabeza de buen tamaño.
Al ser uno de los tipos de caballos más buscados, en ehorses siempre hay razas saltadoras para la compra y venta disponibles para usted.