es fácil de transportar
Experiencia en competición
noble al herrero
AT
Sin Desbravar
es fácil de transportar
guiado por un cabestro
DE
GB
es apto para principiantes
trabajado en libertad/de la mano
Confiable para montar en senderos
NL
Sin Desbravar
es fácil de transportar
guiado por un cabestro
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trabajado en libertad/de la mano
Confiable para montar en senderos
es versátil
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Sin Desbravar
es versátil
soporta peso
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Sin Desbravar
es fácil de transportar
guiado por un cabestro
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Anuncios-Página 1
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Este tipo de poni es un animal con gran trascendencia histórica, y es además uno de los caballos más remotos de Reino Unido. Se trata de un equino que desde siempre se ha utilizado para labores labriegas, debido a su fortaleza que le permite caminar por los terrenos más dificultosos. Además, hoy en día, estos ejemplares también se desenvuelven plenamente bien en diferentes disciplinas. Así, la compra de este equino equivale a adquirir un caballo versátil y poderoso.
El carácter de esta raza de poni es seguro, a la par que resistente y fuerte. Además, destaca por su adaptación climática, sobre todo debido a las duras condiciones meteorológicas que estos equinos tuvieron que soportar tiempo atrás. Gracias a todas estas cualidades, este caballo es fenomenal para ciertas disciplinas como la monta o el tiro, en las que obtiene resultados notables. Por otro lado, su carácter dócil, amable e inteligente favorece que la compra de este ejemplar sea una buena opción para todo tipo de personas. Asimismo, cabe reseñar su heterogeneidad como raza, lo que propicia que puedan exisitr ejemplares muy diversos.
La venta de estos caballos se remonta al siglo XVIII en Reino Unido cuando comenzó la cría activa de esta raza. Se trató de una raza que incluso la reina Victoria apoyó aportando sus propios sementales. Anteriormente a la cría de estos equinos, los ejemplares primigenios habitaban los bosques sureños de New Forest, lugar del que proviene su nombre.
El nombre de estos caballos fue dado por un conquistador que, al apropiarse de un territorio, también quiso considerar a estos caballos como raza real. En lo que respecta a la cría de esta raza, en 1760 el príncipe William cedió este semental a un granjero que lo reprodujo con sus yeguas. A partir de este momento se buscó mejorar la raza, por lo que se unió con caballos árabes y de otras procedencias.
