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Aunque estos equinos son muy versátiles, que pueden resultar aptos tanto para competiciones deportivas como para trabajar en el campo, esta raza, que también es conocida como American Paint, nació específicamente para conseguir su característico pelaje manchado. Se trata de un caballo muy similar al Quarter, pero con ese manto manchado que lo vuelve tan singular. Para que un equino pueda ser considerado miembro de esta raza, al menos uno de sus progenitores ha de estar registrado como tal.
El carácter de este caballo es bastante dócil, a la vez que muy animado. Por lo general suelen ser tranquilos y adaptables, por lo que resultan más que perfectos para las disciplinas Western. Son animales inteligentes, fáciles de domar y muy trabajadores, así que también son idóneos tanto para pequeños trabajos como para las tareas más pesadas, en las que se desenvuelven sin problemas.
Aunque la existencia de caballos de pelaje manchado se puede rastrear hasta el Antiguo Egipto, pasando por los escritos de la Grecia Clásica y los archivos de la caballería ateniense, la cría y venta de esta raza, tal como la conocemos hoy en día, se comienza a producir tras el descubrimiento de América. Es entonces cuando se llevan caballos ibéricos al nuevo mundo, y estos terminan por llegar hasta las llanuras de Estados Unidos, donde son especialmente apreciados por los indígenas de la zona. Algunas tribus, como los comanches, empiezan a domarlos al otorgarles, debido a su peculiar pelaje, ciertas propiedades mágicas.
El American Paint, para pertenecer oficialmente a dicha raza, ha de contar con un pelaje manchado y con una conformación de caballo vaquero. Si se quiere registrar al animal, este ha de cumplir una serie de requisitos bastante estrictos, cuyo objetivo es asegurar su pureza.
Aunque su apariencia sea su cualidad más llamativa, y por lo tanto su principal reclamo, este caballo puede ofrecer mucho más. Son animales muy versátiles que se desenvuelven con facilidad y con excelentes resultados en más de una disciplina. Se los suele utilizar en actividades de ocio, pero también para participar en corridas planas, pruebas de obstáculos, así como en las diferentes pruebas que conforman las disciplinas Western. Su compra está recomendada para quienes quieran participar en este tipo de competiciones, aunque el American Paint también es empleado, con excelentes resultados, como caballo para realizar tareas de campo.
En cuanto a su aspecto físico, a estos caballos, cuya altura ronda entre los 148 y los 160 cm, se los considera como equinos pequeños o de tamaño medio. Sus características, en general, se corresponden con las del caballo Quarter: poseen una cabeza proporcionada, con una buena inserción en el cuello y un pecho amplio. Su conjunto es armonioso, y puede sorprender por su masa muscular, a pesar de que es un caballo relativamente pequeño. Dicha musculatura le proporciona velocidad y potencia, algo en lo que también contribuye su centro de gravedad bastante avanzado.
Por lo que respecta a su pelaje, este tiende a ser blanco mezclado con otro color, que puede ser el negro, castaño, bayo o rucio. La disposición de las manchas se divide en las categorías tobiano (el blanco le cubre la espalda, y el otro color le cubre los ijares), el overo (el color blanco no le cruza la espalda) y el tovero (cuenta con elementos de las otras dos categorías).
En ehorses siempre contamos con caballos de esta raza disponibles para su compra y venta, tanto si se trata de sementales como de yeguas o de animales ya amaestrados.
El precio de un Paint Horse en ehorses oscila entre 2000 y 16000 euros.
