es apto para principiantes
está desbravado
Confiable para montar en senderos
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Los caballos húngaros fueron desarrollados originariamente para englosar los regimientos de caballería o para ayudar en las tareas agrícolas. Resultaron de la mezcla de caballos de sangre caliente originarios de Hungría con los pura sangre árabes o ingleses. Constituyen caballos de silla por excelencia, por lo que son muy usados en diferentes disciplinas hípicas. Por tanto, la compra de este equino se recomienda en especial para toda aquella persona que desee entrenar a un ejemplar competitivo en sus cuadras.
Al ser por excelencia caballos de silla, se los suele dividir según su uso. Así, los hay estrictamente de competición (en saltos, doma o concurso completo), para la que resultan ideales por su carácter estable y sus excelentes movimientos. Los de silla y enganche, por su parte, son de aspecto más pesado. Los dedicados en exclusiva a silla se utilizan para toda clase de monta. Y, por último, se encuentran los de enganche, realmente estilizados y con movimientos elegantes. Si en algo sobresalen, además, es en su gran fuerza y resistencia que, bien llevadas, se traducen en la doma en una personalidad equilibrada y una extraordinaria inteligencia.
La venta de estos caballos lleva produciéndose desde el siglo XIX cuando yeguas de la raza Gelderland y Groningen se cruzaron con sementales de pura sangre de Inglaterra o bien anglo-árabes, además de lipizanos. De hecho, una de las razas más conocidas de caballos húngaros es el Nonius, de procedencia anglo-normanda, con fuerte musculatura y de color negro. Con respecto a la mezcla con el caballo árabe, esta se debe en parte a la pertenencia de Hungría al Imperio otomano durante el siglo XVI. Posteriormente, la moda de lo español y napolitano impuso el surgimiento de los Kaldruber y los Lipizzaner.
De hecho, dada su importancia a nivel deportivo, hace poco se creó una nueva raza: el Magyar sportió. A finales de 2012, se informó de que existían unos mil ejemplares, aptos para la hípica.
Destacan por sus líneas estilizadas, por lo que muchas veces han sido empleados para tirar de lujosos carromatos, pero son capaces de desenvolverse en diferentes disciplinas. Así, en la hípica se utilizan especialmente para saltos. Por otro lado, debido a su elegancia natural, pueden usarse también en el simple paseo. No en vano, basta recordar su origen noble. De hecho, se creó el estado Stud de la Corte Real para la cría de estos ejemplares. Se buscaba, en consecuencia, un caballo de equitación ágil, apto para la montura. El Nonius se considera el más pesado, mientras que el Gidran proviene de una mezcla anglo-árabe y el Furioso-North Star pertenece a una raza media. Son caballos esbeltos y de gráciles movimientos, por lo que su venta para equitación es realmente adecuada.
Con relación a su aspecto físico, varía en función de la raza en concreto. Aunque poseen en común una excelente conformación, con espaldas y extremidades posteriores realmente fuertes. Se presentan en una variada gama de colores (con predominio de los tonos oscuros y marrones) y suelen medir entre los 1,55 y 1,65 metros. Cuentan, asimismo, con una cabeza realmente marcada pero proporcional con el resto del cuerpo. Presentan igualmente una nariz romana y un perfil convexo. Sus huesos son pesados y gozan de una extraordinaria musculatura, con cuello alto y arqueado.
En ehorses podrá escoger en todo momento entre diferentes tipos de caballos húngaros disponibles para la compra y la venta, de todos los sexos y edades. Su caballo favorito se encuentra aquí.
El precio de un Húngaro en ehorses oscila entre 4000 y 27000 euros.