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El volteo es, junto al salto, el adiestramiento, el concurso completo, el enduro ecuestre, el enganche, la equinoterapia, el salto alto y el "horseball" uno de los eventos ecuestres competitivos reconocidos por la Federación Ecuestre Internacional. Se trata de una modalidad deportiva en la que el jinete realiza acrobacias sobre el caballo, el cual galopa en círculo guiado por una cuerda. En la compra y venta de caballos de volteo se debe tener muy presente el carácter de los mismos, ya que el volteo suele ser la puerta de entrada para muchos niños al mundo de la hípica.
Los caballos utilizados en esta disciplina son elegidos concienzudamente y deben reunir una serie de características físicas que les permitan desarrollar esta actividad de la mejor manera posible. Estos equinos son preparados con doma clásica y salto de gimnasia, por lo que la musculatura del animal es uno de los principales factores que influyen en los resultados obtenidos. Los caballos empleados en esta disciplina deportiva deben presentar patas con una morfología correcta para evitar el desgaste.
Además, han de contar con aplomos acordes con su morfología. Su galope tiene que ser pausado para ofrecer el tiempo suficiente para efectuar las acrobacias y poseer un carácter amable. Los ejemplares altos facilitan la realización de acrobacias, ya que su galope es más amplio y dura más tiempo.
El volteo es una modalidad que ha estado ligada a la historia de la equitación desde sus inicios. El volteo se ha relacionado desde sus orígenes con el ejército. Las escuelas italianas y francesas de esgrima empleaban una forma de volteo como método de entrenamiento de sus alumnos para que adquiriesen mayor agilidad.
Fue en el siglo XVIII cuando los austriacos comenzaron a desarrollar el arte de realizar figuras de gimnasia sobre el lomo de un caballo llegando a convertirse en verdaderos maestros. La emperatriz María Teresa mostró un gran interés por esta modalidad deportiva y fue ella la encargada de su propagación.
En el siglo XIX el volteo se convirtió en una forma de entrenamiento obligatoria para la caballería francesa. Fue en esa época cuando apareció el nombre con el que se conoce actualmente esta modalidad "voltige", que procede de "volte" y significa círculo, puesto que los caballos galopaban en círculos.
A principios del siglo XVII los jóvenes de la nobleza alemana comenzaron a formarse en esta disciplina ecuestre junto con la esgrima, la equitación y la danza. El volteo se convirtió en una materia obligatoria en las academias militares europeas. En los años cincuenta comenzó a establecerse como disciplina hípica para niños y jóvenes, y fue aceptada por la Federación Ecuestre Internacional en 1983.
El primer campeonato europeo tuvo lugar en Austria en 1984, mientras que el primer campeonato mundial se celebró en Suiza en 1986. En las exhibiciones de volteo se puede competir en diferentes categorías: en grupos, en pareja o de forma individual. Existen también diferentes niveles y categorías por edades.
En las pruebas de promoción se llevan a cabo figuras sencillas que permiten que se vaya avanzando de forma segura. Además, de esta forma, el caballo puede adaptarse al estrés del público y la competición para ofrecer su máximo rendimiento en la competición oficial. En definitiva, se trata de una modalidad deportiva donde la destreza y equilibrio del jinete entra en consonancia con la agilidad y musculatura del caballo para crear un espectáculo digno de admiración.
En ehorses se pueden encontrar estupendos ejemplares para volteo, por lo que la compra y venta de estos equinos resulta mucho más sencilla.
