Confiable para montar en senderos
es versátil
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es apto para equinoterapia
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Los burdéganos son híbridos resultado del cruce entre una burra o asna y un caballo. Por tanto, es un animal enteramente creado por el hombre. De tamaño intermedio entre el burro y la mula, suele emplearse en ambientes rurales o para transportar cargas. Aunque acarrean mala fama por su carácter, no obstante, criados desde pequeños, desarrollan una personalidad amigable. La compra de este equino se recomienda para toda persona que busque un animal inteligente para realizar tareas sencillas.
El carácter de esta raza es dócil y obediente en la vida adulta, siempre que se haya tratado bien y con cariño al animal desde pequeño. Asimismo, destaca su viveza a la hora de aprender, lo que lo convierte en un equino ideal para ser criado como mascota o para ayudar en las tareas del campo. Por tal motivo, la compra de este ejemplar se aconseja para acompañar a niños o bien para llevar mercancías de un lugar a otro. En la actualidad, se le está dando una especial protección y se busca una mejor comprensión de sus características.
La creación de estos animales responde a un fin utilitario, pues se buscaba aprovechar la fuerza y la velocidad del caballo con la docilidad y resistencia del burro. Como resultado, estos híbridos en verdad han heredado las mejores características de cada uno de sus padres (un caballo y una burra). No obstante, dado que los caballos no suelen sentir atracción hacia las burras, estos han de ser engañados o bien recurrir a la inseminación artificial. Por su parte, los burdéganos son estériles y, además, se los castra, pues suelen ser muy libidinosos, al producir testosterona sus testículos a tasas normales.
Actualmente, este equino se cría en menor proporción y está destinado a ambientes rurales, o bien para montar y recorrer distancias largas con cargas, dado que son animales muy resistentes. Además, resultan muy inteligentes y aprenden rápido.
Duros y trabajadores, comparten 63 cromosomas con respecto a sus padres (los caballos), uno más que el burro. De sus progenitores varones han heredado la ligereza; y de sus madres, el tesón. Por ello, se emplean frecuentemente en la agricultura o como medio de transporte en rutas agrestes. En la actualidad, pueden usarse para realizar intervenciones asistidas con animales, para acompañar a niños autistas o con trastornos del comportamiento. En consecuencia, la venta de esta raza ha encontrado un nuevo acomodo en el mercado actual. En suma, son animales dóciles e inteligentes con un gran carácter, siempre que se los entrene con cariño desde época temprana.
Con respecto a sus peculiaridades físicas, se diferencian claramente de los mulos (fruto del cruce entre una yegua y un asno) en su menor tamaño. Sus caras, además, presentan más similitudes con las del caballo, al ser largas y delgadas, también con orejas amplias. Disponen igualmente de cola y crines peludas (como el caballo), pero cuentan con formas poco esbeltas y estilizadas. Se cree que es debido a que el feto no llega a desarrollarse en su totalidad, por el menor tamaño de la burra con respecto a la yegua convencional. También se los conoce especialmente por su característico relincho, entrecortado y grave aunque, normalmente, tienden al silencio y la tranquilidad. Presentan, igualmente, un tamaño medio (como el burro). Su lomo es recto; y sus miembros, enjutos.
En ehorses se encuentran disponibles para la venta y la compra diferentes especímenes de burdéganos, desde crías a adultos. En esta plataforma hallará el animal de sus sueños.
El precio de un Burdégano en ehorses oscila entre 3500 y 12000 euros.