Cualquier persona que desee comprar un caballo debe tener en cuenta que el mantenimiento de un equino supone unos gastos establecidos fijos; es decir, al igual que las personas necesitan un mínimo para tener una buena vida, los caballos se encuentran en la misma tesitura.
Pero ¿qué servicios requiere un caballo para procurarle un buen cuidado?
Como todo animal, se requiere que, de forma periódica, sea vacunado con las distintas vacunas que precise, las cuales, evidentemente, serán determinadas por el propio veterinario. Este se encargará de informar al propietario sobre todas las vacunas obligatorias para el equino. A los caballos se les suele poner las de la gripe y el tétanos. Su precio aproximado es de unos 150 euros.
Por otro lado, el caballo, como muchos otros animales, necesita que se le pongan herraduras en los cascos. También se deben recortar los salientes de este y de realizar su correcta limpieza, empezando por la parte superior del casco, llamada muralla, y terminando por las suelas y los surcos de ranilla, referidas al resto de partes del casco.
Cuanto más tiempo pase sin realizar el mantenimiento de los cascos del caballo, más probabilidades hay de que se generen problemas. El paso del tiempo puede convertir el casco de caballo en una superficie profunda permitiendo la entrada de suciedad y piedras. En definitiva, los malos cuidados podrían producir malestar en el animal.
Es por todo esto que el herrero tendrá que visitar al caballo cada 5-8 semanas para asegurar el bienestar del animal. Los costes derivados de la visita del herrero ascienden a 30-120 euros, dependiendo de si el caballo galopa con o sin hierro en sus patas.
Así como el caballo precisa la asistencia de un veterinario y un herrero, también se requiere la supervisión de un dentista de forma anual, para asegurar así la salud bucodental del ejemplar. Los costes asociados a los servicios que el dentista ofrece para caballos pueden rondar los 130 euros, aunque es posible que varíen en función del dentista contratado o los procedimientos que el caballo demande.
Por último, un caballo, al igual que cualquier ser vivo, necesita un lugar donde vivir, es decir, un granero. El alquiler de un granero variará a partir de una serie de características que lo hacen más o menos costoso. Si se arrenda un establo cerca de los núcleos urbanos costará aún más que hacerlo más allá de la periferia. De forma mensual, supondrá entre 180-350 euros.
Servicios no esenciales pero necesarios para el bienestar del animal
No son pocos los casos de animales que se han escapado de sus cercas y han provocado daños ajenos. Por ello, nunca está de más contratar un seguro de responsabilidad civil del caballo, puesto que, en caso de que el animal provocase desperfectos, sería el dueño el que se haga cargo de todos los gastos derivados. Antes de decantarse por un seguro, lo más recomendable es comparar varios para no acabar adquiriendo el más caro. Este gasto podría ascender a unos 100 euros anuales.
También se debe tener en cuenta que si se solicitan clases de equitación habrá que contribuir con una cantidad promedio por ellas de entre 50-300 euros por cada sesión. Este precio variará según se interpongan distintas variables como la frecuencia, el instructor o el caballo que se emplee.
Tampoco conviene olvidar el equipo de monta que se precisa para cabalgar. Este tipo de equipamiento, formado esencialmente por la silla de montar, puede llegar a valer unos 300 euros. Dado que su pérdida significaría su reposición, sería aconsejable disponer de un fondo monetario para cubrir todos los imprevistos que pudieran surgir durante el año.
Entonces, ¿cuánto cuesta mantener un caballo de forma anual? ¿Y mensual?
El coste total anual destinado al cuidado de estos animales no es fijo, pero se establecerá dentro de un rango de mínimos y máximos de 4000 y 10,000 euros, respectivamente. Así, solo quedaría dividir dichas cantidades entre los 12 meses que tiene el año para determinar la cuantía de gastos correspondiente a cada 30 días. Es decir, que se situaría entre 333 y 833 euros, sin incluir los gastos fortuitos.
No obstante, este presupuesto podría alterarse atendiendo a ciertas tarifas que se aplican a corredores de torneo. La inscripción en torneos y el traslado del animal también se traducen en financiación. Junto a la movilización del caballo habrá que arrendar un remolque y un autoplegable.
Por otro lado, también hay que valorar los gastos que supone el combustible para realizar estos viajes, aparte de la alimentación del animal, que se determina a partir de la dieta que el veterinario recomiende en cada caso. Aunque todos los caballos comen lo mismo, un ejemplar destinado a los torneos tendrá una alimentación más particular que uno normal, ya sea de trabajos agrícolas o de recreación.
Conviene señalar que hablamos solamente de una estimación aproximada de las expensas que se pueden generar durante un año entero en el mantenimiento de un caballo. Hay que tener en cuenta que los imprevistos son algo común en estos supuestos. El animal podría enfermar en cualquier momento, suponiendo un gasto extra no comprendido en los honorarios del veterinario.
Se debe recordar que en todos los servicios aquí mencionados no se incluye la propia adquisición del caballo. El precio de la compra de un caballo dependerá de ciertos requisitos como la raza, el talento o la función que deba desempeñar el animal. Esto originará que el precio fluctúe arriba o abajo ya que, como bien es sabido, existen algunas razas que debido a su prestigio son más caras que otras. Todo es cuestión del perfil de caballo que se busque.
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