Hablar del pelaje de los animales es un tema que no se restringe solo a la estética. Va más allá. Además de contribuir con la apariencia, a lo largo de la evolución el color ha sido una útil defensa, como camuflaje, contra potenciales depredadores. Lo mismo ha sucedido con los caballos. Hoy en día no es tan importante para los animales de cría el camuflarse para la protección, así que la capa o color de pelaje se ha convertido más en un indicador de purezas, razas, cruces y linajes.
En este sentido, es importante saber que solo los caballos Przewalski, considerados los caballos silvestres más antiguos, mantienen su color de pelaje original. Las otras razas han variado sus pelajes y ahora muestran una enorme variedad de diferentes colores, cada uno de los cuales se presenta en varias gradaciones.
El origen de los colores individuales es la base para la cría de caballos. A lo largo de la historia, se han creado nuevas variedades de color, representativas de determinadas razas. En términos generales, los colores del pelaje de los caballos se clasifican a partir de un número de colores básicos, su aclaración u oscurecimiento, así como el patrón que exhiba.
Los colores básicos del pelaje equino
Todas las variaciones y gradaciones del pelaje de los caballos se crean a partir de los tres colores básicos: negro, alazán y blanco. Debido a la diferente composición de los genes, se desarrollan los aclarados y oscurecidos de los tonos básicos.
Caballo de pelaje negro
Se llama caballo negro, y eso parece una obviedad, al animal que presenta su capa de este color, incluyendo la cola y la crin, y exceptuando las ligeras marcas que pudiera tener en las piernas y la cara. En algunos caballos negros, cuando la lluvia y la luz del sol inciden sobre su color base negro, presentan un brillo rojizo. A estos caballos se los conoce como negros de verano.
Por el contrario, un caballo negro que tiene un pelaje rojizo en verano se denomina negro de invierno. Los llamados negros brillantes y los negros azules permanecen profundamente negros durante todo el año. En algunas razas, como los caballos frisones y Méren, el color del pelaje negro es el estándar de cría.
Caballo de pelaje alazán
El tono característico del caballo alazán es el rojizo y este puede presentar gradaciones que van desde el canela al pardo. Este color es causado por la acción de los genes que propician la producción de la feomelanina, pigmento rojo que le otorga la tonalidad característica a este animal.
El caballo alazán puede exhibir diversos tonos y patrones. Dependiendo de cómo esté sombreado el pelaje, se distingue entre marrón oscuro, marrón claro, marrón rojizo y marrón negruzco. En un caballo negro-marrón solo hay una ligera coloración marrón en los flancos o en la boca.
Caballo de pelaje blanco
Este tipo de caballo no es frecuente y es obviamente muy fácil de reconocer: su pelaje, incluyendo crin y cola, son de color blanco. La piel de este animal es rosada y a veces sucede que los caballos de pelaje blanco poseen ojos de color azul o miel. El Tordo puede presentar las mismas características del caballo blanco, pero es fácil de distinguir pues el Tordo posee la piel negra.
En el mundo equino existe una amplia variedad de gradaciones de pelajes, con patrones y combinaciones de colores tan diversos que provocan que la clasificación de los caballos por el color de su pelaje sea una tarea enciclopédica. Sin embargo, aquí seleccionamos algunos de estos nombres.
Castaños
Los caballos castaños tienen un pelaje rojizo uniforme y pelo largo rojizo. Dependiendo del tono del color del caballo, se distingue entre un castaño oscuro y un castaño rojo. Si la melena y la cola son claramente más ligeras, se habla de un castaño ligero. Sin embargo, es más usual la versión del caballo castaño con pelaje marrón oscuro con los cabos negros. En comparación con otros, el color se desarrolla muy fácilmente, ya que es producido por un solo gen, el factor E.
Palomino
El color del pelaje del Palomino describe un castaño que es aclarado por el gen del color crema. El pelo corto va del amarillo al amarillo dorado. La melena y la cola tienen un color entre crema y plateado. Además, se puede distinguir entre Cremello, Buckskin, Perlino e Isabela. Con estos colores el gen de la crema aparece dos veces. Este animal presenta como una cualidad típica los ojos azules.
Un Cremello es un caballo casi blanco con sombras de color crema. El Perlino, por su parte, es casi blanco, pero tiene un tono marrón. Buckskin hace referencia a un caballo marrón que ha sido genéticamente aclarado. De todos modos, el Buckskin se confunde fácilmente con un Dun. Y, por último, el Isabela exhibe el cuerpo muy claro (blanco amarillento) con los cabos y la crin negros.
Pinto
El pinto se caracteriza por su pelaje multicolor. Exhibe grandes manchas sobre una base blanca. Si el Pinto tiene una capa superior blanca con pequeñas manchas oscuras, se denomina Tigre pinto. Por otra parte, si las manchas son marrones, entonces se habla de un Pinto en rojo, mientras que si las manchas son negras, se trata de un Pinto en negro.
Los patrones que tengan estas manchas también poseen un nombre particular; por ejemplo, a los caballos con manchas con contornos irregulares y poco definidos se los denomina Picazzo. Existen numerosos nombres para esas marcas en el pelaje de los caballos. De esta manera, se denomina como Albo al ejemplar con una mancha blanca en la parte de la pata más cercana al casco. La mancha blanca y estrecha que va de los ojos al morro se denomina barra o cordón.
Cuando los animales tienen la cabeza más oscura que el resto del cuerpo, como ocurre con los ruanos, en ese caso se llaman Cabeza de moro. Asimismo, cabreados o rayas de cebra son aquellos equinos que muestran marcas en forma de rayas irregulares. Como ve, estamos ante todo un universo de nombres para designar colores y manchas.
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